En los siniestros con muertes, lesionados o daños de muy elevada cuantía, las compañías aseguradoras suelen disponer de los protocolos necesarios para contar con supervisión técnica especializada en todos los aspectos del siniestro. Así, el seguimiento de los lesionados se realiza desde muy temprano por médicos especialistas, la dinámica del accidente es analizada, estudiada y puesta de manifiesto mediante informes de Reconstrucción de Accidentes, y la propia tramitación del siniestro se lleva a cabo por personas con conocimientos e incluso experiencia jurídica.
Toda esta inversión redunda en el interés económico de la compañía puesto que los grados de culpa y el alcance de las indemnizaciones son conocidos y, tanto en los casos de acuerdos prejudiciales como en los que se recurre a la vía judicial, el ahorro de costes es significativo.
Pero en aquellos siniestros que, siendo la cuantía de los daños de cierta importancia, no entran dentro de los protocolos que la compañía tiene establecidos para los siniestros graves, los tramitadores disponen de muy poca información y de muy poco tiempo para tomar decisiones. Habitualmente, se siguen las pautas del propio convenio CIDE.ACIDE.
El uso de los protocolos establecidos en el convenio deviene por motivos de velocidad en la tramitación, pero ello tiene graves consecuencias económicas pues la compañía termina pagando en muchas ocasiones sin deber hacerlo.
OBJETIVO
Ateniéndonos a las anteriores limitaciones, hemos diseñado una herramienta que permite al ABOGADO tomar decisiones desde una posición más técnica, en aquellos siniestros de mediana cuantía en los que existen versiones contradictorias.